Enrique Avogadro es el subsecretario de Economía Creativa de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde allí, coordina y fomenta todas las iniciativas que entran dentro de este campo económico en constante expansión. Por eso, nadie mejor que él para contarnos en qué anda la Ciudad en materia de Economía Creativa.
EA: En primer lugar, creo que es importante señalar que Buenos Aires es, ante todo, una ciudad creativa por naturaleza, en la que constantemente surgen ideas exitosas que son el producto de pensar en formas nuevas de resolver problemas comunes. Esta es la base de la innovación y es a la vez un motor que, combinado con la voluntad emprendedora y la capacidad creativa de los porteños, hacen que hoy podamos hablar de la Ciudad en estos términos: de Buenos Aires como un polo de innovación y creatividad.
Por qué esto se ha vuelto más común en el último tiempo o, mejor dicho, por qué estamos hablando hoy de la Ciudad en estos términos tiene que ver con una serie de factores locales y globales; principalmente con el hecho de que la Economía Creativa se está planteando en todo el mundo como una alternativa sostenible y sustentable de desarrollo a largo plazo y, en ese marco, ciudades dinámicas, diversas, abiertas y con una escena cultural y creativa muy fuerte, como la nuestra, tienen todas las de ganar.
EA: Cuando hablamos de Economía Creativa nos estamos refiriendo a un modelo económico basado en la creatividad y en el valor intelectual de las personas. En ese sentido, los emprendimientos relacionados con actividades tradicionalmente consideradas creativas —como la música, el cine, el diseño y la moda, entre otras que forman parte de las Industrias Creativas propiamente dichas— están por supuesto dentro de este marco, pero representan tan solo una porción. Las nuevas tecnologías, los emprendimientos innovadores y la ciencia aplicada a mejorar la vida de las personas también entran en el concepto de Economía Creativa, así como la innovación social y todo lo que tenga que ver con el desarrollo económico relacionado con el talento creativo e intelectual de las personas.
EA: El papel de las nuevas tecnologías en la Economía Creativa es clave, en tanto que sin ella muy probablemente no tendríamos este crecimiento del sector del que hablamos. Por ejemplo: hoy es posible conseguir socios, clientes y hasta inversores de cualquier parte del mundo gracias al papel que juegan Internet y las redes sociales en nuestras vidas, y gracias a eso han podido desarrollarse y darse a conocer proyectos y emprendimientos que unos años atrás hubiesen sido una locura.
Más allá de eso, y en términos más amplios, es innegable que la tecnología está transformando sectores enteros de la economía a nivel global, y una de las consecuencias de eso es que se está volviendo cada vez más difícil predecir cómo y cuáles serán los trabajos del futuro. Sin ser alarmistas, es importante saber que tenemos que estar preparados para enfrentarnos a eso, y es ahí donde un modelo económico que no se base en trabajos mecánicos –y altamente automatizables–, sino en otros creativos, intelectuales y de alto valor agregado, tiene mucho para ofrecernos. Y las nuevas tecnologías, para cerrar el círculo, son una herramienta de lujo con la que contamos para desarrollar y fortalecer este modelo.
EA: Desde nuestro lugar tenemos varios casos de políticas específicas que, apuntadas a fortalecer la creatividad, han resultado exitosas. En la Ciudad creamos los Distritos Creativos, por ejemplo, que son el esultado de una política territorial que apunta a desarrollar zonas de la Ciudad postergadas —en nuestro caso, los barrios del sur—, atando este desarrollo al de un sector particular por medio de incentivos fiscales y económicos para las empresas que allí se instalen. El Estado acompaña este desarrollo con una fuerte inversión en el espacio y en los servicios públicos. Hoy tenemos cuatro Distritos en Buenos Aires —de las Artes, Tecnológico, Audiovisual y de Diseño— y, cada uno en su medida, han tenido excelentes repercusiones tanto para el barrio en el que están como para el sector al que concentran.
Tanto en el Distrito de Diseño, de Barracas, como en el Audiovisual, de Chacarita, Paternal, Palermo y Colegiales, ofrecemos una batería de herramientas para que cada sector pueda desarrollar su potencial al máximo: en el Centro Metropolitano de Diseño ofrecemos talleres de oficios textiles, del mueble y marroquinería, por los que ya han pasado más de 5000 personas; tenemos seminarios de gestión y negocios para distintas industrias y llevamos adelante programas de incentivo y concursos para reconocer a las iniciativas que mejor representan a cada sector. En El Dorrego, por otra parte, tenemos ciclos de cine, seminarios y capacitaciones pensadas para que los diferentes jugadores de la industria estén cada vez más preparados; un buen ejemplo de esto son los talleres de videojuegos que dimos el verano pasado.
Además de esto, en la Ciudad contamos con un programa que es transversal a todo lo que hacemos, que son nuestras capacitaciones en habilidades emprendedoras. El año pasado arrancamos con un modelo presencial de la Academia Emprende –un programa de capacitación gratuito pensado y creado para todos aquellos que quieren crecer profesionalmente, comenzar un emprendimiento o expandir un proyecto ya existente– y, a raíz del éxito cosechado, con más de 14 000 alumnos capacitados, ahora estamos poniendo en marcha una versión online, para que cualquiera pueda capacitarse sin importar dónde esté.
Academia Emprende
EA: Los que mencioné antes son todos buenos ejemplos de políticas públicas que ya están funcionando en la Ciudad en el marco de la Economía Creativa, pero no son los únicos. Hay muchos proyectos que están en marcha o gestándose, y otros que ya son un hecho y están al ocurrir, como Buenos Aires Creativa, que es un megaevento de eventos en el que, por primera vez en la Ciudad, vamos a tener un período del calendario dedicado a celebrar a la creatividad como motor del desarrollo económico social local.
Además de eso, cabe destacar que este es un modelo que funciona cuando se pone en marcha en forma colaborativa, y es por eso que en la Ciudad tenemos una Mesa de Innovación en la que participan colegas de todas las áreas de Gobierno, y desde la que impulsamos proyectos que tengan el potencial de cambiarle la vida a las personas, aprovechando la innovación y la creatividad para solucionar los problemas de siempre con una mirada diferente.